05-marzo-2021
Motofil celebra 7 año de su delegación en México
Con la creación de la delegación comercial en Querétaro, en 2014, las soluciones de Motofil se presentaran en este mercado como las soluciones indicadas para el aumento de la productividad de las empresas mexicanas.
En 5 de marzo de 2014 se creó la filial en México, después de una decisión estratégica para fortalecer la presencia en América Latina. Con la creación del filial de Brasil, en 2010, y con la motivación de los buenos resultados obtenidos por éste, Motofil decidió arriesgarse y establecer una subsidiaria también en México, con un equipo comercial constante, dedicado a escuchar las necesidades. del mercado.
Después de un período de instalación e investigación de mercado, Motofil México ha mostrado un crecimiento constante a lo largo de los años. A fines de 2018, la empresa realizó una fuerte inversión en sus instalaciones en Querétaro y reforzó la alianza con Praxair para extender su representación a las principales regiones industriales de México. Como resultado de esta inversión, Motofil México incrementó sus ventas en aproximadamente 50% en los últimos dos años.
“Cada vez más, el crecimiento obliga a las empresas a buscar nuevos mercados”, dice Ramiro Pereira, Director General de Motofil México. “En 2014 Motofil decide invertir en un mercado con una cultura sustancialmente diferente, pero con un potencial enorme. Fueron 7 años muy importantes para que la marca Motofil se posicionara en este nuevo mercado. La proximidad y el contacto constante con nuestros clientes, sumado a la calidad superior de nuestros equipos, permite a quien apuesta por una solución Motofil, estar seguros de que contarán con el respaldo, mucho más que de un proveedor, de un socio en su negocio. Esta excelente relación con nuestros clientes permite el crecimiento sustentable de la empresa en este mercado, convirtiéndose en una marca de referencia en México ”.
Respecto a la situación de pandemia que venimos viviendo desde 2020, Ramiro Pereira reconoce que este virus traerá desafíos a emprendedores, directores y dueños de negocios, en la forma en que pensarán en el futuro de sus fábricas, “maximizar el uso de los recursos productivos y garantizar la seguridad en el empleo, planteará dudas sobre hasta qué punto están dispuestos a invertir en la automatización de procesos ". Ramiro añade que “el dilema post-coronavirus es similar al anterior, pero con un mayor sentido de urgencia. El mundo necesitará más productividad y la automatización es una forma de lograrlo de forma segura. Es muy probable que las empresas que actualmente invierten en la automatización de procesos superen esta crisis más rápidamente y quizás con más fuerza ”.
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